nombre Puente Enrique de la Mata Gorostizaga y Museo de Esculturas al Aire Libre de la Castellana fecha de construcción 1968-1970 (Siglo XX) personas involucradas en diseño y construcción Alberto Corral López Dóriga, José Antonio Fernández Ordóñez, Julio Martínez Calzón, Ángel del Campo y Francésubicación Paseo de la Castellana, entre las calles Juan Bravo y Eduardo Dato, Madrid, España tipología Puente Viga estado En uso

El puente es diseñado para salvar dos accidentes montañosos de las dos colinas que formaban los distritos de Salamanca y Chamberi. El Plan Castro trata de transformar la zona por medio de la unión de las calles de Eduardo Dato y Juan Bravo ante la expansión de la ciudad que experimenta en los años 50. Se demuele el convento de los Agustinos en Recoletos, se elimina la calle de Martínez de la Rosa , también conocida como la calle de la “S”.

El proyecto de construcción de puente, de 1968, se presenta en tiempos de Carlos Arias Navarro, alcalde de Madrid, y el ingeniero de caminos Delegado de los Servicios de Circulación y Transportes someten la aprobación de la construcción del viaducto de la Castellana a Ángel del Campo y Francés, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El proyecto es ganado por los ingenieros Alberto Corral López Dóriga, José Antonio Fernández Ordóñez y Julio Martínez Calzón.

El viaducto tiene una longitud de 320 metros, 16 metros de anchura y una pendiente descendiente y continua en todo el tablero, desde el lado de la calle Serrano al de la calle Fortuny. Fue una innovación en el momento de su construcción por los materiales empleados el acero corten -autoresistente a la corrosión, e importado de Alemania- en su estructura que fue importado de Alemania, y encima de ellas se acoplaron placas prefabricadas de hormigón blanco. Las pilas que sostienen el viaducto son pilares de hormigón blanco, con fuste y capitel recordando a las antiguas columnas dóricas, aunque con una mayor esbeltez.

Uno de los problemas planteados era el paso de la línea del metro sobre el Paseo de la Castellana , no permitía el apoyo de ningún tipo de pilar sobre su bóveda y la mayoría de los proyectos presentados en concurso presentaban pilas inclinadas. El proyecto adjudicado se diferencia de los anteriores en el reparto de las cargas de los pilares del puente encima de una viga que repartiera los esfuerzos puntuales y los alejara de la bóveda del metro.

El puente está construido con muchos detalles estéticos, uno de los más llamativos son las barandillas hechas por el escultor Eusebio Sempere. Están realizadas en hierro y se disponen en módulos, con dos planos paralelos, formando un dibujo con forma de “O” del panel delantero se superpone a las barras rectas del que sirve de fondo. Es una magnifica decisión para integrar estéticamente el puente con el fututo museo de escultura.

Las columnas del tablero tienen una inspiración clásica en las columnas griegas. La ausencia de base, el fuste de sección octagonal con canales en las aristas tiene reminiscencias a la columna dórica, aunque por motivos constructivos sufrio numerosos cambios.
Fue inaugurado en 1971.

Se contrata al ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez para que proyecte y construya el museo de escultura abstracta al aire libre de Madrid, en los bajos del puente Juan Bravo sobre el Paseo de la Castellana. La zona delimitada tiene una superficie de 4.200 metros cuadrados , dispuesta con una amplia zona central donde hay el paso elevado y con dos franjas ajardinadas que lo bordean. En el desnivel de la zona se proyectaron tres niveles que escalonadamente van desde la calle Serrano hasta el Paseo de la Castellana.

El museo

Inaugurado el paso elevado en 1970, pronto surge la idea de crear un museo de escultura moderna en la zona inferior del mismo de las muchas conversaciones mantenidas por los ingenieros y el artista Eusebio Sempere.

Aunque la propuesta era quizá demasiado novedosa, sin embargo tuvo una buena acogida por parte de las autoridades municipales, sobre todo porque el obstáculo económico que suponía la compra de las esculturas, quedaría resuelto mediante la donación de las mismas por parte de los autores o de sus familiares, gracias a la amistad que les unía a todos ellos con Sempere .

Sin esta generosa contribución de los artistas hubiera sido impensable reunir semejante conjunto de obras, muchas de ellas realizadas expresamente para el Museo, haciéndose cargo el Ayuntamiento sólo de los gastos de materiales e instalación. El proyecto quedó aprobado en el verano de 1971.

El propósito del Museo, según José Antonio Fernández Ordóñez , era recuperar un espacio urbano para uso común, convirtiéndolo en zona de paso, descanso y esparcimiento y acercar al público el arte abstracto español, hasta el momento escasamente conocido. Esta iniciativa está en relación con el Museo de las Casas Colgadas de Cuenca, fundado en 1966.

Aunque el Museo se abrió al público en 1972, la inauguración oficial no se pudo llevar a efecto debido a la polémica que desencadenó el montaje de La sirena varada de Chillida, especialmente creada para quedar suspendida de los pilares del puente. La postura que adoptó el Ayuntamiento durante la etapa del Alcalde Arias Navarro, fué la rotunda oposición a que esta obra se colgase del puente, alegando razones de seguridad por el peso excesivo de la misma, sin atender a los informes realizados por los ingenieros responsables, que no tenían ninguna duda sobre la resistencia del paso, llegando a adquirir esta situación una trascendencia política. Como consecuencia de ello, la escultura de Chillida fue retirada en abril de 1973 del Museo y empezó un largo peregrinaje, al que puso fin el alcalde José Luis Alvárez en 1978, tomando la decisión de colgarla definitivamente en su emplazamiento original, tras haberse realizado un profundo estudio de las condiciones técnicas de la obra de ingeniería. La sirena varada, con sus 6.150 kilos de hormigón quedó por fin instalada el 2 de septiembre de 1978.

El recinto ocupa en la actualidad una superficie de 4.200 m2, Está configurado por una amplia zona central, cubierta en su mayor parte por el tablero del paso elevado y bordeada por dos franjas ajardinadas. Para salvar el desnivel del terreno, el Museo está estructurado en tres niveles que descienden suavemente desde la calle Serrano hasta el Paseo de la Castellana.

En el primer sector, el gran muro de contención de la calle Serrano se encuentra cubierto por una cascada de láminas de agua, diseñada por Eusebio Sempere a base de módulos de hormigón blanco, con formas onduladas, que originan curiosos efectos de luz y movimiento. El agua se recoge en un estanque rectangular, enlosado en granito como todo el pavimento del Museo, con la escultura de Martín Chirino en el centro. Una pasarela con la misma barandilla que en el resto del recinto, facilita el paso de los peatones. En este tramo se encuentran las obras de Francisco Sobrino, José María Subirachs, Rafael Leoz, el mural de Eusebio Sempere -a modo de reja colgada en los pilares-, la pequeña espiral de Andreu Alfaro y la escultura de Marcel Martí. Toda esta zona ocupa parte de lo que fue la antigua calle Martínez de la Rosa, conocida como calle de la «S» por la forma que tenía su recorrido al ascender desde la Castellana hasta la calle Serrano. Quizás este sobrenombre inspirara a Sempere a repetir este motivo, ya utilizado anteriormente por el artista, en los diversos elementos ornamentales que adornan el conjunto, como los pequeños asientos que se disponen alrededor del estanque. Aunque esta calle se suprimió, se conserva su último tramo que, mediante una escalinata, comunica con la pequeña terraza-mirador, donde se encuentra la escultura de Gustavo Torner. En el jardín está colocada la estela de Amadeo Gabino, lugar que en un principio estaba destinado a un montaje infantil del artista venezolano Jesús Soto.

El segundo nivel está presidido por el mural de Gerardo Rueda, flanqueado por las esculturas de Palazuelo y Miró. Estas dos obras fueron las últimas en incorporarse al Museo, a finales de 1978 y principios de 1979, y su colocación originó el cambio de emplazamiento de las obras de Gabino y Subirachs. Bajando, se accede a la gran explanada donde se encuentran tres de las piezas más significativas de la colección: la famosa Sirena varada de Chillida, que colgada de cuatro enormes pilares del puente ocupa el centro indiscutible del recinto, los Toros de Alberto y la figura de Julio González, constituyendo la primera visión que se obtiene de todo el conjunto del Museo. En este lugar estaba prevista en un principio una gran fuente circular diseñada por François Baschet, con pájaros en acero inoxidable y una serie de mecanismos para que el movimiento del agua originara sonidos musicales. En la zona del Museo que quedó separada del resto de la exposición por el Paseo de la Castellana, en el acceso a la calle de Eduardo Dato, se encuentra situada la escultura de Pablo Serrano. Al fondo, en el muro de contención del puente estaba prevista una obra de la escultora argentina Alicia Penalba, pero fue otra de las piezas que no se llegó a incorporar a la colección.

El carácter abierto del Museo, configurado sin ninguna limitación de acceso ni de horarios, ha requerido que se le dotase de una cuidada iluminación para que las esculturas puedan ser contempladas también por la noche.

La sirena varada, de Eduardo Chillida

La obra se llamaba originariamente Lugar de encuentros III. Fue la primera obra de hormigón armado hecha por Chillida y, como en otras obras suyas posteriores, se pueden observar las marcas del encofrado. En ella juega con la ley de la gravedad y este es el origen del nombre actual, aunque también se cree que es por el tiempo que la obra estuvo esperando su instalación definitiva, período durante el cual estuvo en la Fundación Maeght de París y en la Miró de Barcelona.

Se trata de una obra que sorprende por sus dimensiones (pesa 6.000 kg), suspendida bajo un puente por dos gruesos cables de acero.

referencias y créditos

• http://www.viajeuniversal.com/spain/madrid/museojuanbravo/puentejuanbravohistoria.htm

• http://www.viajeuniversal.com/spain/madrid/museojuanbravo/puentejuanbravohistoria.htm

• http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/MuseoAireLibreCastellana/Museo-Arte-Publico-%28antiguo-Museo-de-la-Castellana%29?vgnextfmt=default&vgnextoid=252434f3409ab010VgnVCM100000d90ca8c0RCRD&vgnextchannel=06a5be122ff2f010VgnVCM1000000b205a0aRCRD&idCapitulo=1253781

• Fotografías de Pedro Plasencia.

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Pedro es Ingeniero de Caminos, Doctor y Máster en Urbanismo.
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